F L O R A

Quebrada del Dpto. Cerro Largo


Aquí encontraras información de la vegetación de nuestro país, principalmente relacionada a la flora árborea nativa así como también exótica.



MONTE NATIVO

El artículo trata de esté invalorable ecosistema que tenemos en nuestro país, para que aprendamos a valorarlo un poco más y saber que la flora arbórea nativa es muy compleja.

La superficie boscosa de nuestro país, se caracteriza por situarse en los extremos de las zonas subtropicales (húmedas o secas) y existiendo una marcada estacionalidad producto del régimen de precipitación y la temperatura. La principales limitantes que existen para la expansión son las característica del suelo, el clima, y la presión de los distintos rubros agropecuarios por la tierra.
        
 Actualmente la superficie de monte nativo es de 752.158 ha. (Tomo I. Inventario Forestal Nacional, DGF – MGAP) existiendo una marcada fragmentación natural o marcada.

La Ley Forestal hace que la superficie de monte nativo este protegido, siendo el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) quien puede autorizar su tala para determinados fines.

         A la hora de hablar de especies nativas es importante definir este concepto. Según C. Brussa & I. Grela se puede considerar una especie “nativa” o “indígena” cuando la acción humana no tuvo nada que ver con la localización de esta especie en esa determinada zona. Es decir aquellas especies que se encuentran formando parte de la vegetación de una región producto de la acción de un agregado de factores ambientales actuales y pasados.

Por otra parte, Richardson et.al (2000), hace mención a las especies “exóticas” como aquellas especies que se establecieron por el accionar del hombre, distinguiéndose aquellas que pueden prosperar en esos nuevos ambientes y no compiten con las especies nativas que se denominan “casuales” o “fortuitas”.  Existen especies “invasoras” que son aquellas capaces de competir y desplazar a las poblaciones de especies nativas.
Algunos ejemplos de especies “exóticas” o “alóctonas” que se convirtieron en invasoras productos de su naturalización, son: Ligustrum lucidum, Melia azedarach, Fraxinus lanceolada y Fraxinus pennsylvanica, entre otras

A lo largo de la historia se realizó una extracción de madera para distintos usos (leña, carbón, carpintería rural, etc.) así como, las distintas represas que se llevaron a cabo han provocado la situación actual. Han provocada la ganancia de determinada superficie boscosa por lo cual es muy difícil estimar la extensión original de los montes de nuestro país asi como también la composición florística. Algunos autores definen a priori que se creen que se perdió la diversidad de especies, lo cual es muy difícil de determinar.

Las especies arbóreas de nuestro país se presentan formando comunidades edáficas o irrumpiendo a través de cursos de agua importantes como el río Uruguay.

La diversidad genética de nuestros bosques es mayor a la zona de los núcleos siendo esto una ventaja para nuestro país. La comunidad boscosa está constituida por 20 a 50 especies arbóreas además de todas las herbáceas, helechos, parásitas, trepadoras y arbustos. (I.Grella)

Existen dos zonas dendroflorísticas principales disyunta y cada una tiene una serie de núcleos, definidas por especies de distribución muy restringida en el territorio. La mayoría de las especies de Flora Oriental y  Flora Occidental que viven en márgenes de ríos e islas pertenecen a la Provincia Paranense. Mientras que las de la Flora Occidental que viven alejadas de los cursos de agua perteneceiedo a la Provincia Chaqueña, aunque faltan algunas de las especies características de esta Provincia (I. Grela).

Por otra parte la falta de medidas activas de conservación de éste recurso son notorias y alarmantes y se explican fundamentalmente por la falta de conocimiento científico acerca del establecimiento, crecimiento y desarrollo de las distintas especies que componen el bosque.



Un caso particular y anecdótico es la especie Butia capitata (palmera) la cual es una especie protegida, y esto es verdaderamente “gracioso” porque no se asegura la descendencia de la especie ya que debería de protegerse el habitat a los efectos de que se pueda regenerar naturalmente en la medida que algunas  lleguen a la etapa de senescencia.

Los bosques generan una serie de servicios ecosistémicos es decir, los montes nativos son ecosistemas particulares donde se dan procesos que hacen posible el desarrollo de la actividad humana. Estos servicios son diversos  y algunos de los cuales se citan a continuación: provisión, de regulación, culturales y de soporte.

Está clara la necesidad de ejecutar programas de investigación científicos que apunten a generar conocimiento acerca de la dinámica ecosistémica las cuales deberían de ser impulsadas por el Estado, para luego definir bases para un Programa de Conservación y Manejo Sostenible de este recurso.

Finalmente les quiero comentar resultados de una tesis de maestría de Iván Grela (Patrones en la distribución geográfica de árboles nativos) en donde a partir de lo que se “decía” tradicionalmente acerca de la vinculación de la vegetación y flora de nuestro país con las “pampas” argentinas, en donde no existen especies arbóreas, generando la necesidad de vincularlas con otras regiones fitogeográficas.
  
Fitografía y afinidad florística del País (I. Grela)

A continuación le presento un listado de especies nativas (algunas):

Allophyllus edulis (Chal-chal)
Lithraea molleoides (Aruera)
Acanthosyris spinescens (Quebracho flojo)
Blepharocalyx salicifolius (Arrayán)
Celtis tala ("Tala")
Celtis iguaneae (Tala gateador o tala trepador)
Citarexylum montevidense (Tarumán)
Ficus luschnathiana (Higuerón)
Guettarda uruguensis (Palo cruz)
Hexachlamys edulis (Ubajay)
Lonchocarpus nitidus (Lapachillo)
Luhea divaricata (Francisco Álvarez)
Myrcianthes cisplatensis (Guayabo colorado)
Myrsine laetevirens (Canelón)
Nectandria angustifolia (Laurel miní)
Ocotea pulchella (Laurel canela)
Parapiptadenia rigida (Angico, Curupay)
Poecilante parviflora (Lapachillo)
Pouteria salicifolius (Mataojo)
Psidium cattleianum (Arazá)
Quillaja brasiliensis (Palo del jabón)
Sapium glandulosum ( Curupí)
Sebastiana comersoniana (Blanquillo)
Senna pendula
Tabebuia heptaphylla (Lapacho rosado)
Vitex megapotamica (Tarumnán sin espinas)
Xilosoma tweedianum (Espina corona)


PALMERAS


Las palmeras pertenecen a la familia: Arecáraceas, en nuestro país está ubicado en el límite sur de distribución natural  de estás, existen seis especies diferentes y un híbrido natural como integrante de la flora nativa de nuestro país.

Tal como publica Jorge Chebataroff, las condiciones ecológicas reinantes no pueden explicar la distribución natural de las palmeras, debiendo recurrirse a estudios históricos vegetacionales que hasta donde poseemos información, en el país no existen para este tipo de plantas.

Muchas son las creencias y historias acerca de la distribución de las palmeras en nuestro territorio, lo que está claro es que fueron distribuidas por el hombre o por animales, las especies que estaban presente ya en nuestro país.

Existen dos palmeras de importante superficie en nuestro país, dispuestos en “diagonales” y en diferentes zonas y con diferentes especies. Por un lado en la zona litoral oeste (Paysandú y Río Negro) donde la especie es Butia yatay. Y por el otro lado la zona sur – este que comprende los departamentos de (Cerro Largo, Lavalleja, Maldonado, Rocha, y Treinta y Tres) con la especie Butia capita.

No existen áreas compartidas en donde convivan distintas especies en general, en nuestro país. Si bien en el Cerro de Pan de Azúcar y la zona de la Laguna Negra existe un hibrido natural, debido a que coexistieron y coexisten Butiá y Pindò (Arecastrum romanzoffianum)

Los géneros y especies presentes en nuestro país son: Syagrus, Butia, Butyagrus (Butyagrus nabonandii) y Trithinax

Syagrus romanzioffiana (Palma Pindó), esta especie se asocia normalmente al monte nativo, en quebradas, serranías o galerias fluviales.
 Butia capitata, se la identifica formando parte de los palmares ya mencionados anteriormente, al igual que se mencionó para Butia yatay.
 Butia paraguayensis (Palma Yatay Enana) se localiza sólo en Rivera, principalmente en las partes mas altas de los cerros chatos y alrededores. Siendo su altura aproximadamente dos metros.
En cuanto a las palmeras Trithinax existen dos especies en la flora autóctona, siendo las únicas nativas de hoja flabeliforme. Conocidas como “Caranday”
Trithrinax campestris. Se encuentra generalmente en blanqueales. Es de poca altura, y presenta grandes espinas en el tronco y en los extremos de las lacinias de las hojas.
Trithrinax brasiliensis. Atilio Lombardo mencionaba en Flora Arbórea y Arborescente del Uruguay "Al parecer vive solamente en el departamento de Treinta y Tres. Se eleva a poca altura
Es importante tener en cuenta la legislación vigente acerca de la comercialización de las palmeras en nuestro país está clara, y varias de las especies mencionadas se encuentran amenazadas por el factor humano. Principalmente por la marcada preferencia por la gente y la falta de control (por las autoridades) para la construcción de sus jardines o parques. Lo cual ha llevado a los viveristas no solo a la propagación (cabe destacar que es muy compleja y demora mucho tiempo), sino a la extracción de los ecosistemas naturales principalmente de la Palma Pindó.

Por otra parte la falta de protección por parte del Estado en cuanto al caso ya mencionado en mí anterior artículo, en cuanto a la protección de la especie Butia capita.

Bibliografía:
Carlos Antonio Brussa - Ingeniero Agrónomo Forestal - Director del Museo y Jardín Botánico .Fuente: Suplemento Jardines de El País - Noviembre de 1998
Curso de Dendrología de Facultad de Agronomía – Universidad de la República Oriental del Uruguay